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LOS LADRONES VAN A LOS HOTELES


   Ya se acabaron las fiestas, el turrón, el mantecado y en Gobernanta´s Blog volvemos a subir contenido sobre cómo administrar un departamento de pisos.

   El título de éste artículo está inspirado en una serie española de los años 90 «Los ladrones van a la oficina».

 Hablaremos sobre esa clase de clientes que aparte de llevarse las amenidades de recuerdo, tambíen deciden tomar como souvenir algo más.

   En la mayoría de hoteles los productos de baño son de un sólo uso, botes pequeños y las demás amenidades en sobrecitos que una vez abiertos hay que cambiarlos, convirtiendose en un gasto departamental.

   Aunque existen otro tipo de hoteles en donde colocan dispensadores grandes (500 ml.) que se rellenan diariamente. Ya que de ésta forma los costes se reducen considerablemente, sobre todo si es una amenidad costosa. Preferible comprar garrafas de 5 L. y rellenar que botellas de 500 ml. (aunque siempre hay que tener un remanente de botellas en stock).

  

    Si los clientes deciden llevarse éste producto, es quasi-normal, ahora, lo que no es tan normal es que se apropien de otros artículos como secadores de pelo, canastillas de amenidades, bandejas, papeleras o incluso colchas o bandas de cama.

   Hago un inciso aquí para contar una pequeña anécdota personal. En un hotel de Fuengirola (Málaga) estaba trabajando como camarera de piso y bajé a la oficina para pedirle a la gobernanta una colcha de cama ya que no la encontraba en la habitación. «¿Qué se han llevado la colcha de la cama?» «Eso parece , en la habitación no está y la he registrado por todos lados» «Pero si es feísima, ¿quien quiere llevarse una colcha vieja y fea?». Aparentemente al cliente le gustó y se la llevó.

    Día a día vamos perdiendo stock y nos arruina nuestros planes de presupuesto ésta conducta tan poco ética, aparte de que podemos entrar en rotura de stock si las desapariciones ocurren demasiado frecuentemente y no tengamos para reponer, convirtiéndose en un problema aún mayor.

    Pero no todo debe verse tan negro ya que hay solución a éste contratiempo, y no es encadenarlo todo o fijarlo a la pared.

    Para éllo necesitaremos la colaboración y participación de:

  1. Supervisores
  2. Camareras de piso
  3. Personal de recepción

    Antes de nada, hay que poner precio aunque sea al costo, es decir por lo mismo que nos ha costado a nosotros, cada artículo del hotel susceptible de ser robado. Por lo tanto haremos una lista de la siguiente forma:

  1. Botes de amenidades (champú, gel, acondicionador, gel de manos, crema corporal): 20 €
  2. Secador de pelo : 30€
  3. Caja de amenidades/cestillo: 10 €
  4. Vasos cuarto de baño : 5€/uniddad

    Y así hasta completar todos los artículos de una habitación susceptible de ser robado. Para las toallas y los albornoces, se llevará el recuento con el listado que se dé a la camarera de pisos y ésta indicara cuántas prendas de ropa ha tenido que cambiar. Si son 2 personas y sólo se encuentra un albornoz sucio, el otro lo ha tomado el cliente «prestado».

    Dependiendo de quien entre primero a la habitación si la supervisora o la camarera se avisarça a la gobernanta en el momento de echar en falta algún artículo, sacando prueba gráfica de ello (foto).

    La gobernanta con la prueba gráfica lo comunicará a la recepción para que hagan el susodicho cargo al cliente.

    Dicho cargo estará registrado en la parte de beneficios de habitaciones Todos los cargos al final de la temporada o del año se contabilizarán y se harán los ajustes presupuestarios necesarios, ya que probablemente no todos los cargos podrán ser materializados.

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